letrero digestivo

 

 

 

CORREO
 

 

DIGESTIVO. INTESTINO GRUESO (Figura)

 

OBJETIVOS.

 

  1. Significado biológico del intestino grueso
  2. Indicar las principales características morfofuncionales
  3. Describir las características motoras del intestino grueso
  4. Describir la función de secreción y absorción del intestino grueso
  5. Describir la formación de las heces
  6. Explicar la importancia funcional de la flora bacteriana intestinal; describir el impacto de los metabolitos en la cantidad y composición del gas (flato) formado en el intestino
  7. Indicar los aspectos morfofuncionales principales que participan en el defecación
  8. Describir la secuencia de eventos que ocurren durante la defecación, distinguiendo los movimientos bajo control voluntario y aquellos que están bajo control involuntario
  9. Describir los mecanismos que participan en la continencia fecal
  10. Resolver cuestiones sobre el tema

GUIÓN

 

  1. Introducción
  2. Aspectos morfofuncionales 
        pared intestinal
  3. Función mecánica 
        movimientos antiperistálticos
        movimientos de segmentación (haustras)
        contracciones en masa
           periocidad
        regulación neurohormonal
        tránsito intestinal
  4. Función secretora y de absorción
        absorción electrolítica e hídrica
        regulación neuroendocrina
  5. Procesado de los alimentos no digeridos ni absorbidos
        formación de las heces
        acción bacteriana
           gases
  6. Función protectora
        corión    
  7. DEFECACIÓN
        características morfofuncionales
           inervación
        dinámica 
           estímulo
           reflejo rectoanal inhibidor
              relajación del esfínter anal interno
              contracción refleja del esfínter anal externo
           decisión voluntaria
              acción defecatoria
              continencia
                 acomodación rectal
        alteraciones
            constipación y diarreas
  8. RESUMEN

 

INTRODUCCIÓN (Figura)

 

El intestino grueso es la región final del tubo digestivo, encargado de preparar los materiales no digeridos ni absorbidos en el intestino delgado para su excreción al exterior. Por tanto actúa como almacén y concentrador de las materias de deshecho, y en función de este papel está diseñada su morfofunción. Su fisiología puede dividirse en dos secciones: la primera correspondiente a su función de almacén y concentrador de las heces, donde interviene la mayor parte de su longitud; la segunda como excretora, donde interviene una pequeña porción del tubo que conecta con el exterior. Para realizar este trabajo, desarrolla varias tareas como son: motriz, secretora, absorción y defensa, que analizaremos por separado en los apartados siguientes, no obstante, veremos primero algunos aspectos de su morfología funcional.

 

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ASPECTOS MORFO FUNCIONALES. (Figura)

 

Anatómicamente es un tubo de unos 120 cm de longitud, que comienza en la válvula ileocecal y termina en el esfínter anal externo. Tiene un diámetro en su porción inicial de 7 cm, disminuyendo en su porción distal a 2 ó 3 cm.

 

Este segmento está dividido en las siguientes regiones:

- el ciego, zona de recepción del contenido ileal, con un divertículo o apéndice con células grasas y agregados linfáticos,
- el colon ascendente
- el colon transverso
- el colon descendente
- el colon sigmoide 
- el recto
- la ampolla anal, con sus esfínteres interno y externo.

Como particularidad morfológica hay que destacar la concentración en tres bandas, de la capa muscular longitudinal externa conocida como teniae coli, entre las cuales dicha capa muscular se hace más fina. Y la aparición de unos abultamientos denominados haustras, a lo largo de casi todo el intestino grueso, generados por la contracción del músculo circular o radial.

 

La inervación extrínseca de esta región proviene de dos ramas parasimpáticas distintas. El ciego, el colon ascendente y el transverso son inervados por el vago, mientras que el colon sigmoide, el recto y la ampolla anal son inervados por los nervios pélvicos de la médula sacra.

 

La inervación simpática procede, en la parte superior del intestino grueso, del ganglio mesentérico superior, y en la región distal e inferior, del ganglio mesentérico inferior. El recto y la ampolla anal reciben inervación simpática del plexo hipogástrico inferior.

 

La estimulación simpática determina inhibición en los movimientos del colon, mientras que la estimulación parasimpática vagal provoca contracciones segmentarias de la región proximal del colon, y la estimulación parasimpática pélvica ocasiona movimientos de expulsión y contracción en algunos segmentos del colon.

 

La morfología del recto y ampolla anal la estudiaremos cuando analicemos su función, la defecación.

 

PARED INTESTINAL (Figura).

 

Respecto a la estructura de la pared intestinal, sigue la morfología general del sistema. La capa muscular longitudinal externa en bandas (teniae coli), bajo la cual se encuentra un plexo mientérico denso. La capa circular muscular que se encuentra por debajo, presenta conexiones con la longitudinal, lo que determina una unidad funcional importante para la génesis de los movimientos intestinales. En el recto y ampolla anal, el músculo circular es más prominente y el longitudinal continuo, desapareciendo las bandas musculares.

 

Respecto a la mucosa, se caracteriza por la falta de pliegues y vellosidades, lo que supone una superficie interna 1/30 menor que en el intestino delgado, a pesar de su mayor diámetro. No obstante, el recto posee pliegues transversales (válvulas de Houston), columnas rectales, senos y válvulas.

 

La superficie epitelial del colon es lisa, con invaginaciones que dan lugar a las criptas de Lieberkühn. Este epitelio está limitado en su polo basal por la banda muscular de la mucosa, y entre ambos límites aparece un complejo subepitelial ubicado entre criptas adyacentes, que se denomina corión, el cual realiza una importante función de defensa frente a las bacterias intestinales y sus toxinas, ya que forma un complejo retículohistiocitario subepitelial, cuyas células están firmemente unidas por sus regiones laterales mediante fibras de reticulina, dando lugar a una barrera impenetrable desde la luz intestinal. Esta región es rica en fibroblastos que participan en el mantenimiento de la estructura de este tejido; en plasmocitos y linfocitos, en mastocitos y en macrófagos.

 

Las células epiteliales, son enterocitos especializados en la absorción, con una superficie luminal formando microvellosidades, aunque menos numerosas que en el intestino delgado, con proyecciones glicoproteícas hacia el lumen, que dan lugar al glicocálix. De igual forma que en el intestino delgado, las porciones apicales de las membranas de células adyacentes, forman desmosomas y complejos de uniones, que crean una barrera entre el lumen intestinal y el espacio intersticial. Las células caliciformes, son las encargadas de la secreción mucosa y son las principales constituyentes de las criptas, junto con las células endocrinas, localizadas en la base de estas criptas, las cuales secretan enteroglucagón y VIP.


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FUNCIÓN MOTORA. (Figura)

 

 

Como ocurre en el resto del tubo digestivo, en este segmento también pueden observarse ondas lentas de despolarización con un ritmo de 2/min en el ciego a 6/min en el colon sigmoide, que determinan el ritmo eléctrico básico del intestino grueso.

 

Estas contracciones originan tres tipos de movimientos en el intestino grueso, que coinciden con regiones concretas del mismo: los movimientos antiperistálticos, los movimientos de segmentación y las contracciones en masa.

 

Los movimientos antiperistálticos son característicos del ciego y colon ascendente. Estos movimientos se caracterizan por ser contracciones estrechas de 1 cm, de tipo peristáltico que se propagan en ambas direcciones, con lo cual se produce una continua mezcla del contenido cecal y un mantenido contacto con la mucosa, favoreciendo la reabsorción de agua y electrólitos. Este tipo de movimiento supone que el ciego pueda almacenar el contenido de varias comidas.

 

Los movimientos de segmentación son característicos del colon transverso y descendente. Se caracterizan por abarcar segmentos fijos de varios centímetros, que segmentan el contenido en pequeñas porciones. Pasados unos 30 minutos, se inicia otra andanada de segmentaciones en los mismos segmentos iniciales, pero segmentando al contenido en puntos distintos a los anteriores. Las segmentaciones del intestino grueso, dividen a éste en segmentos ovoides adyacentes conocidos bajo el nombre de HAUSTRAS, las cuales se diferencian de las producidas en el intestino delgado, por ser más regulares y abarcar una mayor longitud. Como puede verse en la figura, estas segmentaciones propulsan el contenido sólo unos pocos centímetros y en ambas direcciones, por lo que frenan el movimiento del contenido intestinal en dirección anal, mezclándolo y amasándolo con las secreciones mucosas, favoreciendo a su vez, una mayor superficie para la absorción de líquido y electrólitos.

 

La propulsión que provocan ambos tipos de movimientos es lenta (menos de 5cm/hora) en condiciones de reposo. No obstante en condiciones estimuladas (después de realizar una ingesta), esta velocidad se incrementa a unos 10 cm/hora.

 

El último tipo de movimientos, son conocidos como movimientos en masa, que se originan entre tres y cuatro veces al día, fundamentalmente en la porción final del colon transverso y en el colon descendente. Estos movimientos coinciden con la ingestión de alimentos, siendo más intensos tras el desayuno. Se caracterizan por una fuerte contracción que hace desaparecer las contracciones segmentarias, alcanzando un máximo en 30 segundos para luego relajarse en dos o tres minutos, para comenzar otra nueva contracción. Este proceso dura entre 10 y 30 minutos, para después desaparecer totalmente y empuja el contenido cólico varios centímetros en dirección anal. El estímulo para este tipo de movimientos no es único, y parece que están implicados varios factores, como pueden ser: la distensión de la pared intestinal, el reflejo gastrocólico, el reflejo duodenocólico, la actividad física, toxinas bacterianas, algunos productos químicos, sustancias irritantes y los laxantes. Mientras que el sueño y el reposo disminuyen la probabilidad de su aparición.

 

Los factores que modifican y originan estos movimientos son varios. Las influencias parasimpáticas colinérgica son excitadoras, mientras que las purinérgicas son inhibidoras. El simpático ejerce un efecto inhibidor a través de los receptores beta, y excitador por lo receptores alfa, aunque estos últimos son más escasos. No obstante es el sistema intrínseco el que proporciona la autonomía al intestino grueso, mientras que la inervación extrínseca relaciona estos movimientos con el estado psicológico del individuo, y participa en la organización de los reflejos largos del sistema (reflejo gastrocólico y duodenocólico), reforzando la acción del plexo mientérico.

 

Algunas hormonas gastrointestinales también están implicadas en la generación y modulación de estos movimientos, así la gastrina, colecistocinina y el polipéptido intestinal vasoactivo (VIP) los estimulan, mientras que el enteroglucagón los inhiben. La serotonina también ejerce un efecto estimulador.

 

También se conoce una respuesta motriz del colon a las características de la ingesta. Así una comida de más de 1000 calorías estimula los movimientos del colon y rectosigmoideos. La grasa es otro estímulo importante para estos movimientos. Estos efectos son mediados con toda seguridad por las hormonas gastrointestinales.

 

TRÁNSITO INTESTINAL (Figura).


El tránsito del contenido cólico es muy lento. Los 150 ml que se vierten en el ciego cada vez que se abre la válvula ileocecal, quedan almacenados en el ciego, aunque éste se contrae -por efecto de la distensión- para desplazar parte del contenido almacenado hacia el colon ascendente. Por esta razón, este vertido ileal se mezclará con sucesivas evacuaciones del íleon, por lo que en esta región se pueden encontrar restos de varias comidas. Lo mismo puede decirse del colon transverso y descendente, donde el contenido cólico vuelve a frenarse en su recorrido, freno que desaparece momentáneamente en cada movimiento en masa que se origina en estas regiones, y que propulsa el contenido hacia el colon sigmoide. El movimiento en el colon sigmoide y recto es aún más lento y se ha podido comprobar, que en esta región se pueden encontrar hasta un 25% de los restos no digeridos de una comida tomada 72 horas antes.

 

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FUNCIÓN SECRETORA Y ABSORTIVA. (Figura)

 

La secreción cólica esta compuesta fundamentalmente por mucus procedente de las células caliciformes, y un componente acuoso y electrolítico, rico en bicarbonato y en potasio, además de la secreción de cloruro mediante el canal CFTR (canal regulador de la conductancia transmembrana de la fibrosis quística), cloruro que procede de la actividad de un transportador basolateral que introduce en la célula 2Cl-, un Na+y un K+. El bicarbonato producido intracelularmente por la anhidrasa carbónica, se intercambia por el cloruro luminar, cloruro que es sacado por un transporte facilitado al espacio intercelular. El hidrogenión resultante de la escisión del carbónico, es intercambiado por el sodio luminar, siendo este intercambio de sodio importante en la superficie luminar de esta región, pues no existe el cotransporte de sodio ligado a azúcares y aminoácidos, dada la carencia de los mismos. Existe otro transportador luminal de sodio (llamado canal epitelial de sodio, que también se encuentra en el túbulo colector y en los pulmones) que depende de la aldosterona. El potasio luminar está en muy baja concentración, ya que ha estado absorbiéndose a lo largo de toda la mucosa del intestino delgado. Este hecho unido a la diferencia de potencial que se puede registrar entre el lumen y el espacio intersticial cólico (-30 mV) (generada por la absorción del sodio), genera la fuerza eléctrica y química suficiente para que el potasio pase al lumen a través de las uniones estrechas intercelulares, que son mucho más permeables a los cationes que a los aniones.

 

Como ocurre en el intestino delgado, el motor de todo este trasiego de iones es la bomba de sodio/potasio existente en la membrana basolateral de los enterocitos cólicos. Esta bomba crea una presión osmótica en el espacio intercelular, que favorece el paso de agua desde el lumen (se han identificado aquoporinas tipo 2 en el colon distal y por lo tanto, una dependencia de la acción de la vasopresina), y dado que el hinchamiento de este espacio está limitado por las uniones intercelulares, se crea la presión hidrostática suficiente para que el agua pase a los capilares sanguíneos de la zona.

 

La capacidad normal de absorción en el colon humano es de unos 460 mEq de sodio y más de 2000 ml de agua al día, no obstante en una ingesta normal de agua, el colon participa en la absorción de unos 400 ml al día. En esta absorción influye la composición de fibras en la dieta, pues el contenido de fibras es un estímulo que incrementa los movimientos cólicos y favorecen la defecación, por lo tanto disminuyen el tiempo de tránsito intestinal y en consecuencia el tiempo de absorción cólica. En estas circunstancias la pérdida de agua es mayor, por el contrario en dietas pobres en contenido fibroso, se incrementa considerablemente el tiempo de tránsito cólico, con lo que se produce una mayor absorción de agua, con respecto a los valores medios normales indicados; una mayor desecación de las heces y una disminución de la frecuencia de defecación (constipación).

 

La función de la secreción cólica se puede resumir en:

- evita la excoriación de la mucosa
- asegura la cohesión del bolo fecal
- protege a la mucosa de la acción bacteriana, y
- protege a la mucosa de la acidez del metabolismo bacteriano.

 

REGULACIÓN.(Figura)

 

La secreción y absorción cólica están bajo la acción de factores neuroendocrinos, así el parasimpático parece estimular estos procesos, mientras que el simpático los inhibe. La aldosterona estimula la absorción del sodio y, por tanto la del agua, así como la secreción de potasio y bicarbonato. La 9-alfa-fluorohidrocortisona, estimula la absorción de sodio y agua. Por último, el ácido desoxicólico (en una concentración de 3mmol/l) y el quenodesoxicólico (a concentración de 5mmol/l) provocan un incremento de la secreción de sodio y agua, sin modificar la absorción.

 

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PROCESADO CÓLICO DE LAS HECES (Figura)

 

El peso medio de las heces (de 100 a 200 gr/día) depende del tipo de dieta. Así una dieta rica en proteínas reduce considerablemente el peso normal de las heces, mientras que una dieta rica en fibras vegetales, la aumenta.

 

El contenido ileal que se evacua en el ciego es muy distinto del que se puede observar en las heces evacuadas, ver tabla, lo cual sugiere un proceso activo de metabolización y absorción/secreción del colon, donde participan además de los enterocitos intestinales, las bacterias del mismo y las enzimas del intestino delgado que pasan con el contenido ileal.

 

En el mismo ciego comienza la digestión bacteriana (1) de la celulosa, almidón y proteínas no digeridas, dando lugar a la formación de ácidos orgánicos, anhídrido carbónico e hidrógeno, que forman los gases intestinales (2). Se forma amoníaco procedente de la desaminación de los aminoácidos y transformación de la urea. Las sales biliares son transformadas en ácidos biliares y la bilirrubina en urobilógeno, que da el color característico de las heces, y el colesterol en coprostanol. Así mismo, se absorben los electrólitos y el agua, lo que deseca el material intestinal, el cual es mezclado con la secreción mucosa para lubrificarlo, y evitar así el daño de la mucosa. Prácticamente en la porción derecha del colon se consigue la composición final de las heces, estando éstas sometidas a mayor desecación por parte de la porción izquierda del intestino grueso.

 

La acción bacteriana del colon puede dividirse en dos categorías, la flora cólica derecha, denominada clásicamente flora de fermentación, y la flora cólica izquierda, denominada flora de putrefacción. Esta flora está compuesta por 1013 gérmenes, los cuales se renuevan de dos a tres veces por día. Su importancia funcional puede resaltarse por el hecho de que su carencia, origina un incremento del volumen del colon por retención de agua, provocado por las macromoléculas no digeridas por las bacterias. Además estas bacterias sintetizan vitaminas como el ácido fólico, la biotina, vitamina K, complejo B, tiamina, etc. 

 

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DEFECACIÓN (Figura)

 

ASPECTOS MORFO-FUNCIONALES.(Figura)

 

La defecación, es la función asignada a la última región del intestino grueso, y es el resultado del tratamiento intestinal de los materiales no digeridos ni absorbidos. Para realizar esta función se especializa morfofuncionalmente un pequeño segmento del intestino grueso, que está formado por dos regiones, una que actúa como órgano de capacidad, el recto, y otra que regula la salida de este contenido al exterior, la ampolla anal con sus esfínteres interno y externo.

 

El recto es un órgano de capacidad, porque es capaz de adaptarse a su contenido sin incrementos apreciables de la tensión. Esta adaptación es secundaria al incremento de tensión inicial provocado por la entrada de contenido fecal, y aparece unos 30 segundos después del pico de tensión. Esta adaptación es consecuencia de las propiedades viscoelásticas de la pared del recto, y explican la evolución de la sensación de la necesidad defecatoria. Por otra parte, en la mucosa del recto hay receptores de tensión que se estimulan con el incremento inicial de tensión desarrollado por la entrada de materia fecal en el recto, estímulo que desaparece a medida que las fibras viscoelásticas se adaptan al nuevo volumen, disminuyendo así la tensión de la pared rectal y en consecuencia el estímulo para los receptores.

 

La ampolla anal está limitada en su zona superior por el esfínter anal interno, y distalmente por el esfínter anal externo. El esfínter interno es un anillo de fibras musculares lisas que rodean a la ampolla anal en sus dos tercios superiores. El esfínter externo está formado por un anillo de fibras musculares de tipo esquelético, que se solapan por fuera con la región más distal de las fibras musculares lisas del esfínter anal interno. Estos esfínteres se encuentran tónicamente cerrados en condiciones de reposo, con lo cual, en dichas condiciones, no entra contenido fecal en dicha ampolla anal. A esta falta de contenido fecal, contribuye también la presencia de los fascículos pubiorrectales del elevador del ano, los cuales se originan en la parte posterior del pubis y rodean a la ampolla anal por su parte superior y posterior, de forma que en condiciones de reposo, estos fascículos se encuentran tónicamente contraídos, con lo que elevan al ano, formando un ángulo entre éste y el recto, que oblitera el paso del contenido rectal.

 

La inervación sensorial del ano y el recto viaja al sistema nervioso central, por las fibras de los nervios erectores y del plexo hipogástrico. La inervación motora del esfínter externo procede del plexo pudendo, y la del elevador del ano del sacro. La del esfínter interno y las capas musculares del recto, reciben doble inervación: simpática a partir del plexo mesentérico inferior y del hipogástrico; parasimpática a partir de los nervios erectores.

 

REFLEJO RECTO-ANAL INHIBIDOR.(Figura)

 

El estímulo para la defecación comienza con la activación de los receptores de la pared rectal, ante el incremento de la tensión provocado por el ingreso de materia fecal en el recto. Ingreso, que coincide con un movimiento en masa, desarrollado en los segmentos superiores del intestino grueso, o también con un incremento de la presión intraabdominal. Estos receptores se estimulan por presiones de 20 a 30 cm de agua. La distensión rectal dispara el reflejo rectoanal inhibidor, además de la percepción consciente de la necesidad defecatoria. El reflejo rectoanal inhibidor determina la relajación del esfínter anal interno, y simultáneamente la contracción refleja del esfínter anal externo, reflejo este último que ha de aprenderse en los primeros meses de la vida. No obstante esta contracción refleja del esfínter anal externo, dura alrededor de un minuto, por lo que su contracción refleja es una medida de urgencia, que evita la salida incontrolada de las heces. Los receptores del recto y ampolla anal analizan el contenido fecal, diferenciando si es líquido, sólido o gaseoso, gracias a lo cual, el individuo puede tener consciencia de las características del contenido rectal, y ejercer un control voluntario más fino del esfínter externo.

 

DECISIÓN VOLUNTARIA.(Figura)

 

A partir de este momento el individuo elige voluntariamente una de estas dos opciones: continencia o defecación. Si elige continencia, genera voluntariamente una contracción de los fascículos pubiorrectales del elevador del ano, con lo que cierra el paso del recto a la ampolla anal, e incrementa la contracción del esfínter anal externo, mientras que las fibras viscoelásticas del recto se adaptan a la nueva presión y cesa la estimulación de los tensorreceptores del recto.

 

Si elige defecación, genera voluntariamente un incremento de la presión intraabdominal, de la contracción de los músculos rectales y la relajación del elevador del ano y el esfínter anal externo, propulsándose así el contenido fecal del recto. El incremento de la presión intraabdominal se consigue, mediante la contracción de los músculos abdominales, y una inspiración profunda frente a una glotis cerrada. Este incremento lleva consigo un incremento momentáneo de la presión arterial torácica, seguida rápidamente por una caída de tensión por disminución del retorno venoso al corazón.

 

La frecuencia de evacuación depende de cada individuo, aunque la media normal se considera de una vez al día, aceptándose márgenes desde dos veces al día hasta una vez cada cinco o seis días. Naturalmente este ritmo depende del tipo de dieta seguido, y de los condicionamientos socioculturales. No obstante no se puede decir que exista necesidad fisiológica de evacuaciones reguladas por reloj; sino sólo aquellas que mantengan a una persona en situación cómoda y sin trastornos asociados, como pueden ser las náuseas, dolor de cabeza, pérdida de apetito y sensación general de incomodidad, que suelen acompañar a la constipación (retardo no fisiológico de la evacuación).

 

Todos aquellos elementos que lleven a un incremento de la distensión de las paredes del intestino grueso, favorecen la evacuación, por disminuir el umbral de excitabilidad de las fibras musculares intestinales, y así hacerlas más sensibles al ritmo eléctrico básico. Muchos laxantes (catárticos) ejercen esta acción irritando al músculo liso, mientras que otros lubrifican las heces desecadas (aceite mineral).

 

Mientras que la constipación no tiene, normalmente, ningún efecto tóxico sobre el organismo, excepto la molestia por incremento del volumen abdominal y otras derivadas; la diarrea, que es el fenómeno contrario a la constipación, si tiene consecuencias fatales para el organismo, dada la rápida pérdida de agua, potasio y bicarbonato, que llevan a una deshidratación, perturbación en el equilibrio ácido/base del cuerpo, y serios problemas en las células excitables.

 

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1. FLORA BACTERIANA INTESTINAL

SALIVA: (106-107 bacterias/ml)
estreptococos,neisserias, flora de Veillon, fusobacterias
bacteroides y bifidobacterias

ESTÓMAGO: (10-103 bacterias/ml)

INTESTINO DELGADO:
yeyuno, íleon superior (103-104 bacterias/ml)
íleon medio (106-107 bacterias/ml)

COLON: (109-1011 bacterias/gr de heces)
-anaerobios no esporulados (99% flora bacteriana cólica)
    Bacteroides frágilis, Bifidobacterium adolescentis, Eubacterium aerofaciens
-resto (1%)
    Escherichia coli,Streptococcus viridians, Streptococcus salivarrius, lactobacilos, flora de Veillon, peptococos, peptostreptococos, clostridios y Bacillus perfringens.

IMPLANTACIÓN:
lenta y dependiente de la alimentación
cambio de dieta no influye
antibióticos no destruyen la flora, la limitan
factores internos limitantes
   gérmenes implantados previamente
   anticuerpos endomucosos

METABOLISMO BACTERIANO
efecto trófico sobre la mucosa intestinal
hidratos de carbono:
   glucuronidasas, glucosidasas alfa y beta 
   metabolización de la celulosa (60%) y otros azúcares
   fermentación de los azúcares liberados
   posible liberación de aglicona tóxica procedente de ?glucósidos de compuestos tóxicos.
proteínas y aminoácidos:
células descamadas intestinales, enzimas, moco y bacterias.
B. perfringes el más activo
desaminación (formación de amoníaco y ac. graso, aldehído o alcohol)
N-dealquilación (producción de anfetamina)
descarboxilación, etc.
amoníaco:
  - por desaminación de aminoácidos
  - la principal por hidrólisis de la urea
      urea producida en el hígado, circula por la c. portal y difunde pasivamente hacia el colon, hidrolizándose en amoníaco y CO2.
  - La urea por vía intestinal es peor hidrolizada.
  - El amoníaco entra en circulación portal y es utilizado por el hígado.
ácidos biliares:
formación de ácidos biliares secundarios
reacciones menores con posibles productos carcinógenos.

 

2. GASES INTESTINALES

volumen: gases eliminados 400-2200 ml/día
             en cualquier instante 100-120 ml

composición:
estómago 78% N2
              21% O2

duodeno ...... se añade CO2

recto 
gases inodoros
O2.... 0-2%
N2.... 23-80%
CO2... 5-29%
H2.... 0,1-47%
CH4... 0-26%
gases olorosos
amoníaco, anhídrido sulfuroso, indol, escatol, aminas volátiles, ac. grasos cadena corta, etc.

Origen:
H2 : acción bacteriana; reabsorción parcial y eliminación respiratoria, metabolismo de azúcares y a.a en el colon.
responsables E.Coli y clostridios
CH4: aparece a partir de los 2 años y aumenta con la edad. 
Influencia hereditaria.
tasa constante y procedencia de CO2 y H2. Acción bacteriana.
CO2: fermentación; urea. El incremento de PCO2 implica difusión a sangre
neutralización del HCO3- pancreático. Incremento PCO2 en duodeno y difusión total a sangre.
N2 : producción y consumo por bacterias intestinales.
principal fuente:
   deglución de aire
   difusión sangre - intestino(duodeno y colon derecho).
O2 : origen respiratorio
poca difusión intestino - sangre por la baja PO2 intestinal
consumo bacteriano. Fundamental para la flora bacteriana anaerobia.

 

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INTESTINO GRUESO
PROF. RAFAEL SERRA SIMAL