letrero digestivo

 

 

 

CORREO
 
 

NERVIOSO. EL SENTIDO DE LA VISTA.

 

RESUMEN


ESTÍMULO: Ondas electromagnéticas en el espectro luminoso.

 

MODALIDAD SENSORIAL: LA VISIÓN.

 

COMPONENTES:

A). LA ESTRUCTURA SENSORA: LA RETINA

B). LA ESTRUCTURA ACCESORIA: EL OJO (APARATO DIÓPTRICO)

C). LAS VÍAS Y CENTROS VISUALES

D). PROCESAMIENTO CORTICAL

E). APARATO OCULOMOTOR Y DE LA CABEZA PARA FIJACIÓN DE LA IMAGEN EN LA RETINA

 

Atendiendo a como se procesa el estímulo luminoso, empezaremos el análisis por la estructura accesoria: el ojo, como responsable del acondicionamiento físico del estímulo visual y su proyección a la retina.

 

B). ESTRUCTURA ACCESORIA: EL OJO (VER MORFOLOGÍA): OBJETIVO HACER INCIDIR EN LA PARTE MÁS SENSIBLE DE LA RETINA, LA IMAGEN MÁS IDÓNEA DEL OBJETO.

 

1. PROPIEDADES ÓPTICAS DEL OJO. Los elementos transparentes del ojo permiten longitudes de onda de entre 310 a 2500 nm.

La luz se propaga en linea recta por un medio homogéneo, pero cuando atraviesan a otro medio ese rayo modifica su dirección, de forma que puede reflejarse, refractarse o ser absorbido, en función de las características físicas del medio.

En el ojo humano estos rayos, al pasar por las lentes convexas que posee, convergen en un punto que coincide con el centro de la superficie sensora, generando una imagen real pero invertida (exactamente igual que en una cámara fotográfica). Como tal cámara necesita por tanto, una(s) lente(s) (la córnea y el cristalino) de tipo convexo que permita el enfoque óptimo en la superficie sensorial (punto focal) (retina). Un diafragma que controle la intensidad de luz y profundidad de campo (iris), evitando las aberraciones esféricas de las lentes. La diferencia más importante con la cámara fotográfica es que las lentes no se desplazan, sino que una de ellas (cristalino) modifica su grosor, que sumado a las propiedades ópticas de los medios líquidos de las cámaras que optimizan el coeficiente de refracción, aumentan la capacidad de enfoque. La distancia de la lente al punto focal, medida en metros, se denomina distancia focal y la inversa de ésta se denomina dioptría, que mide el poder refractario de una lente y es sumatorio para todas las lentes interpuestas.

 

Nuestro infinito óptico está a 6 metros de nuestros ojos, distancia a partir de la cual los rayos son paralelos. Más cerca los rayos se hacen más divergentes. Esto simplifica el análisis óptico de nuestro aparato dióptrico.

 

Desde el punto de vista óptico el ojo consta de 14 componentes, pero la refracción total depende básicamente de seis de ellos: curvatura de la córnea, profundidad de la cámara anterior, grosor del cristalino, curvatura anterior y posterior del cristalino y la longitud axial. De éstos, los que influyen más en los defectos refractivos son la curvatura de la córnea, el poder refractario del cristalino y la longitud axial.

 

La córnea es nuestra lente más potente (+48,8D) y fija, con dos caras una convexa en contacto con el aire que le da un alto poder convergente, y una cóncava en contacto con el humor vitrio que le resta muy poca convergencia (-5,8D), lo que nos supone un poder refractor final de 43D. Supone los 2/3 del poder refractario.

 

El cristalino es una lente no homogénea (diferentes índices de refracción) y de grosor variable, con dos caras convexas y un poder de convergencia de 19D y responsable de la acomodación óptica del ojo. Supone 1/3 restante del poder refractario.

 

El poder refractario total del ojo sería de 62D aunque en realidad es de 58,6D debido a que la cámara anterior tiene un ligero efecto divergente.

 

Ante tantos elementos ópticos oculares se ha utilizado el modelo de ojo reducido donde se tienen en cuenta solo la cara anterior de la córnea y la distancia focal, como elementos que nos permitan además, definir las alteraciones de este sistema. Se define el ojo emétrope como aquel que mirando al infinito (>6m) y con la acomodación relajada, permite crear una imagen nítida en la retina. En reposo, el ojo esta diseñado para ver de lejos y de forma relajada (>6m). Por debajo de esta distancia es necesario activar la acomodación del cristalino (mediante el músculo ciliar), con un poder máximo de acomodación que está en unos 7 cm a 10 cm (PUNTO CERCANO) que se va alejando con la edad (presbicia). A la distancia normal de lectura (33 cm) el cristalino tiene que realizar una acomodación de unas 3D más. Para esta acomodación, además del trabajo del músculo ciliar también participan los músculos oculomotores que permiten la convergencia de los dos ojos y la contracción pupilar, que mejora la profundidad de campo y la calidad de la imagen. El control nervioso es diferente al del reflejo pupilar.

 

REGULACIÓN DE LA ENTRADA DE LUZ: (REFLEJO PUPILAR). La luz que entra es proporcional a la superficie de la pupila. Si se ilumina una pupila ésta se cierra en 0,3 a 0,8 segundos (reacción directa), y también se cierra la pupila no iluminada (reacción consensual). Los receptores están en la retina y mandan la información a la región pretectal que a su vez recibe información desde la corteza visual (áreas 18,19). De aquí parten fibras hacia el núcleo de Edinger-Westphal de donde parten las fibras preganglionares que inervan al músculo liso esfinteriano de la pupila a través del ganglio ciliar (miosis). El músculo dilatador (midriasis) recibe inervación del simpático a partir del ganglio cervical superior que recibe fibras del núcleo cilioespinal de la médula (segmentos C8 y T 1 y 2). La actividad de este centro depende del tono vegetativo general. Normalmente, en reposo, estos músculos se encuentran en equilibrio de fuerzas, siendo la activación del constrictor el que determina el diámetro del iris. Sin embargo, el dilatador, por estar bajo el influjo del simpático puede activarse ante situaciones de emociones intensas que provocan una dilatación importante del iris.

La reacción pupilar también está ligada al mecanismo de enfoque o acomodación, de forma que cuando pasamos la mirada de un objeto lejano a otro cercano, además de la acomodación se produce una reducción pupilar (reacción de convergencia) (aumento de la profundidad de campo).

 

MOVIMIENTOS OCULARES PARA LA FIJACIÓN DE LA IMAGEN EN LA RETINA. Nuestro cerebro genera una imagen unitaria y continua a pesar de que las imágenes se desplazan cada 200-600 ms sobre la retina. Tanto el desplazamiento de las imágenes como el movimiento de nuestra cabeza y cuerpo supone la organización, por parte de nuestro cerebro, de patrones oculomotores destinados a su fijación en la retina. Estos movimientos son: sacádicos, diseñados para escrutar el entorno. Movimientos cortos y rápidos (10-80 ms) de pocos grados (microsacádicos) a valores máximos de 90º/min. Cuando el desplazamiento de la mirada es superior a 60º abajo-izquierda o 40º arriba-derecha se acompañan con movimientos de la cabeza. Entre movimientos sacádicos se producen fases de fijación de 0,2-0,6 s. El seguimiento del objeto se realiza con movimientos oculares lentos (movimientos deslizantes) en un rango no superior a una velocidad angular del objeto de 60-80º/s. La imagen del objeto seguido se mantiene en la fóvea dentro de un rango de 2º. Si la velocidad es mayor de 80º/s el movimiento ocular es más lento y se compensa con movimientos sacádicos y de la cabeza. También se generan cuando el objeto está quieto y movemos la cabeza o el cuerpo fijando nuestra atención en él.

El nistagmo optocinético es la resultante de movimiento lento deslizante de seguimiento, seguido por un sacádico de corrección para iniciar nuevamente el seguimiento desde el punto inicial.

Además realizamos movimientos oculares conjugados en los que los ojos se mueven de forma coordinada. De convergencia cuando se aproxima un objeto o de divergencia cuando se aleja.

 

ALTERACIONES ÓPTICAS: Cuando fallan los elementos ópticos fundamentales: convergencia de las lentes y/o distancia focal, se producen alteraciones en la formación de la imagen en la retina. Éstas son: la miopía donde la imagen se crea antes de la retina y por tanto, las imágenes lejanas son borrosas. Depende del infinito del sujeto, a partir del cual menores distancias ya suponen acomodación. Este infinito siempre es menor de los 6 metros.

La hipermetropía: el ojo tiene una lente con poca potencia convergente en relación al tamaño del ojo ( o la distancia focal es muy larga). La imagen se forma detrás de la retina. El sujeto ve bien de lejos por acomodación, pero no de cerca porque no tiene más capacidad de acomodación.

Astigmatismo: Por irregularidades en las lentes el ojo es incapaz de enfocar nítidamente sobre la retina, creando un área de enfoque difuso y a cualquier distancia. La mayoría de las lentes tienen algo de astigmatismo, tolerable hasta 1 dioptría aproximadamente.

Otros defectos son: la aberración esférica, cromática, luz difusa y opacidades, etc.

 

A) LA ESTRUCTURA SENSORA: LA RETINA. Región fotosensible que cubre parte de la curvatura interna del ojo. En el centro se encuentra el punto ciego o papila (salida del nervio óptico) y a 17º de la papila la mácula lútea formada por la foveola, la fóvea y la región parafoveal.  La fóvea de color rojizo pero sin vasos es el punto de enfoque de los rayos luminosos y donde se alcanza la máxima agudeza visual. En el centro de la fóvea tenemos la foveola, región muy especializada de menos de 200 um. Es a vascular y en ella sólo hay una gran densidad de conos (no hay células de asociación, ni ganglionares, ni bipolares). Es la zona de máxima agudeza visual.

La luz que incide en la retina debe atravesar varias capas hasta llegar a la capa fotorreceptora que es la última. Esta extraña disposición se debe a su origen ependimario. Por orden desde la superficie en contacto con el humor vítreo al interior tenemos:

Capa ganglionar (con las células ganglionares y los axones que emiten hacia el nervio óptico)

Capa plexiforme interna: región de sinapsis entre las células ganglionares y las bipolares de la capa siguiente.

Capa nuclear interna: con células horizontales, bipolares y amacrinas.

Capa plexiforme externa: región de sinapsis entre las células horizontales y bipolares con las terminaciones fotorreceptoras.

Capa nuclear externa: fotorreceptores bastones y conos.

BASTONES: En el humano solo hay un tipo de bastón. Éstos contienen rodopsina y es responsable de la visión en condiciones de baja luminosidad, presentando un pico de mayor sensibilidad hacia la longitud de onda de los 500 nm (luz verde azulada).

CONOS: Existen tres tipos de conos en el ser humano: unos que presentan una sensibilidad máxima para las longitudes de onda más largas ("conos rojos"), otros con mayor sensibilidad a las longitudes de onda medias ("conos verdes") y otros con mayor sensibilidad a las longitudes de onda más cortas ("conos azules"). Estos tres tipos de conos dan lugar a la visión tricromática que poseen la mayoría de los humanos. Cada cono contiene dos fotopigmentos. Estudios fotométricos y psicofisiológicos han demostrado que en la retina humana los conos rojos tienen su pico de sensibilidad a los 558 nm, los conos verdes a los 531 nm y los conos azules a los 420 nm.

En la fóvea existe una alta densidad de conos que se encuentran distribuidos espacialmente formando un mosaico hexagonal muy regular. Por fuera de la fóvea, la presencia de bastones desorganiza un poco este patrón hexagonal. La mayor densidad de conos se concentra a nivel de la foveola (no hay conos azules), decreciendo su numero conforme nos alejamos de la misma hasta una densidad mas o menos uniforme en la retina periférica. Existe también un pico de bastones alrededor de la fóvea.

FOTOPIGMENTO: rodopsina, una proteína llamada opsina ligada al retineno1 (aldehído de la vitamina A1).

Los discos membranosos que contienen los pigmentos visuales están continuamente renovándose. Los discos más externos son fagocitados por las células del epitelio pigmentario durante el ciclo diurno y convertidos en fagosomas. En el caso de los bastones la fagocitosis se produce fundamentalmente hacia la hora de la salida del sol, mientras que en el caso de los conos los procesos de fagocitosis aumentan cuando se acerca la hora de la puesta de sol.

Las células del epitelio pigmentario, que forman la capa más externa de la retina y la sustentan. Se organizan como una sola capa de células que reposan sobre una membrana basal (participando en la constitución de la membrana de Brüch). Se caracterizan por la presencia de gránulos de melanina en su citoplasma, que absorben toda la luz que llega hasta su nivel, pero también tienen los otros pigmentos presentes en los diferentes fotorreceptores. Además estas células fagocitan los segmentos externos de los fotorreceptores, que son repuestos por los propios fotorreceptores. Estas células también actúan como reservorios de pigmentos y vitamina A. (En animales nocturnos (cazadores), esta capa se cambia por el tapetum: superficie reflectante que mejora la visión nocturna pero disminuye la agudeza visual.

Células gliales, entre las que cabe destacar a las células de Müller, astroglia y microglia. Todas estas células fueron ya descritas por Cajal hacia más de 100 años (1892).

La membrana limitante externa forma una barrera entre el espacio subretinal, donde se encuentran los segmentos internos y externos de los fotorreceptores en íntima aposición con los procesos de las células del epitelio pigmentario y la retina neural propiamente dicha. La membrana limitante interna se sitúa a nivel de la superficie de contacto entre la retina y el humor vítreo actuando como barrera de difusión entre ambos.

En la Retina Periférica (RP) predominan los bastones y en la Región Central Retina (RCR) predominan los conos haciendo más gruesa esta región, por tener mayor número de conos, sinapsis y células bipolares y ganglionares.

 

PROPIEDADES VISUALES DE LA RETINA:

1) SENSIBILIDAD ESPECTRAL. Entre 400 y 700 nm (azul-rojo). Esta sensibilidad varía si se mide en condiciones de luminosidad (fototópicas) o de oscuridad (escotópicas). En el primer caso funcionan los conos y en el segundo los bastones.

2) SENSIBILIDAD A LA LUZ: nos indica la capacidad de visión nocturna y depende de los bastones. El sistema tiene gran capacidad de tolerancia a grandes variaciones en el nivel de la iluminación, pero su adaptación no es instantánea y se estudia mediante la curva de adaptación a la oscuridad, la cual muestra un descenso en dos fases: la primera es inmediata y dura 10 minutos y se debe a la adaptación de los conos (equivale al aumento de la sensibilidad retiniana de unas 100 veces). La segunda empieza a los 10 min. y dura unos 30 min., y se debe a los bastones y equivale a un aumento de la sensibilidad retiniana de unas 1000 veces.

ADAPTACIÓN A LOS CAMBIOS DE ILUMINACIÓN: Tiempo que se tarda en recuperar la visión cuando se pasa de una condición de iluminación a otra. La adaptación a la oscuridad dura entre 30 y 40 minutos, durante los cuales la rodopsina se incrementa aumentando la sensibilidad (los primeros son los conos pero éstos no están diseñados para activarse en la oscuridad. Los bastones tardan más en recuperar la normalidad de sus fotopigmentos). El proceso inverso (adaptación a la luz) requiere unos 5 minutos. El cegamiento que se genera ante una intensidad luminosa alta es por blanqueo rápido de los fotopigmentos primero de los bastones y después de los conos que es más lento y son los responsables de la visión fotópica.

3) RESOLUCIÓN ESPACIAL: capacidad de discriminar entre dos puntos (agudeza visual). Se utilizan los test de Landolt (C) y el de Snellen (E). Mínimo ángulo de resolución visual: 1 minuto de arco. Mínimo visible (estímulo visual de menor tamaño detectable, aprox. 1 seg de arco). Mínimo discriminable: mínima desalineación detectada entre dos líneas verticales paralelas (agudeza de Vernier) (aprox. 2-10 seg. de arco).

Influyen en esta propiedad la excentricidad retiniana y su sensibilidad al contraste. La retina periférica disminuye la agudeza visual porque disminuye la densidad de fotorreceptores y se incrementa el número de fotorreceptores que convergen e una célula ganglionar. Por otro lado la retina es más sensible al contraste entre estímulo y fondo que a la cantidad de luz que le llega. Si mejora el contraste, mejora la agudeza visual pero en función de la frecuencia espacial. de la variación de contraste del estímulo utilizado (ciclos por grado de ángulo visual).

4) CAMPO DE VISIÓN: Es el área total en la cual un objeto puede ser visto en la visión periférica mientras el ojo está enfocado en un punto central. Se determina mediante campimetría.

CAMPO VISUAL BINOCULAR: Región del espacio que es visible por los dos ojos simultáneamente. Cada uno de los ojos tiene un campo de visión diferente, pero se superponen en la parte frontal dando una sobre posición de los mismos que abarca un ángulo de unos 120º en la horizontal y de unos 130º en la vertical. La percepción no es innata y se aprende en los primeros años.

5) CADA RETINA FORMA UNA IMÁGEN CALCO DE LA OTRA (ADICIÓN DE IMÁGENES): A cada punto de una le corresponde un punto de la otra. Cuando en un sistema visual normal se mira un objeto con ambos ojos, las imágenes de este se forman en puntos correspondientes de ambas retinas. En la corteza se produce la fusión de imágenes.

 

TRANSDUCCIÓN DE LA SEÑAL LUMINOSA. La rodopsina es el fotopigmento de los bastones y es entre 10 a 30 veces más sensible a luz que los fotopigmentos de los conos. El retinal en su forma 11-cis es estable y en oscuridad está unido a la opsina. Cuando incide un fotón, pasa a la forma trans y se disocia de la opsina. Se activa una fosfodiesterasa de la membrana del segmento externo, que hidroliza al GMPc, su disminución supone cierre de los canales de Na de la membrana externa, del segmento externo, produciéndose una hiperpolarización (de -30 a -70 mV). En oscuridad los canales de Na están siempre abiertos y la despolarización supone liberación de glutamato por parte del sensor. En condiciones de luz, los canales se cierra y la hiperpolarización del sensor disminuye su liberación de glutamato. La forma trans del retinal se vuelve lentamente a convertir en forma cis y se une a la opsina para volver a activarse.

En los conos el proceso es similar pero con dos diferencias: los fotopigmentos son menos sensibles a la luz y hay tres tipos de fotopigmentos cada uno más sensible a una longitud de onda determinada.

 

TRANSMISIÓN EN LA RETINA DE LA SEÑAL FOTOSENSIBLE.

Los fotorreceptores envían su señal (potencial generador) a las células bipolares (8 diferentes para conos y 1 para bastones) y éstas a las ganglionares (CG), cuya densidad varía según la región de la retina. En la fóvea hay unas 35.000CG/mm2, casi una por fotorreceptor, densidad que va disminuyendo a medida que nos alejamos de la fóvea (en la retina hay más fotorreceptores que CG). Las células ganglionares son las únicas que generan potenciales de acción y sus axones forman el nervio óptico. Las células horizontales correlacionan la información de los fotorreceptores, mientras que las células amacrinas correlacionan la información ganglionar.

Todas las células del sistema visual se caracterizan por su campo receptor, definido como el área del campo visual en el que un estímulo afecta a su actividad. Respecto a las células ganglionares, su campo receptor es circular, de forma la estimulación de su parte central responde de forma diferente a la estimulación de su periferia. Según esta particularidad, se pueden clasificar en células centro-ON y células centro-OFF. Las primeras se activan cuando se estimula la parte central de su campo receptor con un punto luminoso y disminuyen su actividad cuando se estimula su periferia. Las centro-OFF se inhiben cuando se estimula el centro de su campo receptivo y se activan cuando se estimula su periferia. Cuando se ilumina todo su campo el efecto es mínimo porque se anulan entre si. Esta respuesta es la adecuada para codificar la frecuencia espacial de las variaciones de contraste de luz en el campo visual. En ello se basa la percepción visual de formas. También hay CG tipo ON-OFF que responden al movimiento.

Por otro lado, el tamaño del campo no es igual en todas las CG. Las de la fóvea lo tienen más pequeño y así mejora la frecuencia espacial de contraste (agudeza visual).

De células ganglionares hay tres tipos: Las X (o P) que son centro-ON; Y (o M) que son centro-OFF; y las W que son ON-OFF. Las X sustraen información de diferentes conos y las Y la suman e intervienen en la visión del color.

Una característica de este circuito es la inhibición lateral, de forma que la célula intensamente estimulada inhibe lateralmente a las otras menos estimuladas, con lo que aumenta el contraste en el borde de la imagen.

 

C) VÍAS DE TRANSMISIÓN DE LA SEÑAL VISUAL.

VÍA GENICULADA

PRIMER RELEVO DEL NERVIO ÓPTICO: CUERPO GENICULADO LATERAL (CGL)(Tálamo). En primates, el 80% de las fibras retinianas llegan a esta región. A la región parvocelular (láminas 3-6) llegan unos 100.000 axones de las CG X y W. Se procesa la visión de los colores, composición, visión profunda, el tamaño y la forma del estímulo. A la región magnocelular (láminas 1-2) llegan otros 100.000 axones de células tipo M, donde se procesa el movimiento fino y grueso del estímulo, y es una región ciega al color, pero permite una localización efectiva, llevando información de los bastones.

Las retinas nasales son las únicas que se cruzan en el quiasma óptico y proyectan a las capas 1, 4 y 6. Las retinas temporales no cruzan y proyectan a las capas 2, 3 y 5. Este núcleo actúa como filtro visual antes de llegar al córtex. Cada célula de este núcleo recibe información de un solo ojo. También saber que el 80% de las aferencias al CGL proceden de la corteza visual primaria, las cuales deben modificar de forma importante la información visual que llega y sale. Presentan campos receptores similares a los de las CG.

 

CORTEX VISUAL PRIMARIO (ÁREA V1) (área 17 de Brodmann) (estriada): Recibe una información retinotópica correspondiente a la densidad de células ganglionares, por tanto con mayor representación foveal (la visión foveal con máxima agudeza ocupa aproximadamente el 25% de la corteza visual). Los axones de la región parvocelular del CGL llegan a la capa IV C b, región más profunda (c. piramidales), y los de la magnocelular a la IV C a, más superficial, aunque en la misma capa. Cada célula recibe información de un solo ojo. De la capa IV C a parten fibras a la capa 4B y de la capa IV C b a la capa 3, región globular, llamada así por formar grupos de grandes células implicadas en la visión del color, y a la región interglobular.

Los campos receptivos son rectangulares ON, OFF y de tamaño variable; y varían según las células de este área que según su función son: Las simples que tienen áreas ON y OFF separadas dentro del mismo campo. Las células complejas tienen áreas ON y OFF mezcladas dentro del mismo campo.

El estímulo óptimo de estas células son la orientación y dirección del movimiento de barras luminosas rectangulares. Las células se agrupan en función de su sensibilidad a la orientación formando columnas de orientación, de tal forma que en una región de 1 a 2 mm de corteza se encuentran todas las columnas de orientación de unos 180º.

También nos encontramos en esta región zonas donde sus células se activan con diferentes grados de dominancia ocular, así en unos 400 um nos encontramos columnas de dominancia ocular que van desde la monocular a la binocular.

 

ÁREAS VISUALES CORTICALES EXTRAESTRIADAS: En primates parece que ocupan más del 55% del córtex cerebral. Destacan las V2, V3, V3a, V4 y V5 (medio temporal o MT) de ambos hemisferios, alcanzando los lóbulos temporales y parietales posterior. Existen jerarquización entre ellas y de la V4 se sabe que está implicada en la percepción del color y la V5 con la percepción del movimiento de los estímulos visuales.

 

VÍA EXTRAGENICULADA: En los primates supone un 20% de la información retinal. La mayoría van al COLÍCULO SUPERIOR (vía tracto espinal), estructura en capas donde las más superficiales reciben información retiniana. Aquí se organizan los reflejos visuales(movimientos oculares). Otras fibras retinianas acaban en el núcleo supraquiasmático llevando información luminosa necesaria para organizar los ritmos circadianos y endocrinos. También acaban en núcleo supraóptico y paraventricular (regulación neuroendocrina), núcleo pulvinar (integración visuomotora); pretectum (respuestas pupilares), etc.

 

ALGUNAS FUNCIONES DE LA CORTEZA VISUAL:

La corteza visual genera una imagen continua a partir de imágenes discontinuas y crea aquellas que le falta para generar una imagen final del entorno. La corteza visual es muy plástica y por tanto, está en continuo proceso de aprendizaje.

VISIÓN BINOCULAR: La frontalización de los ojos y el aumento de fibras al hemisferio ipsolateral a mejorado la visión binocular. Ésta ha permitido la percepción en profundidad y la estereopsis.

El sistema está diseñado para que de forma monocular se pueda obtener percepción en profundidad, teniendo en cuenta las sombras, tamaños y movimientos relativos de los objetos, pero la visión binocular mejora dicha percepción porque se añade el componente estereoscópico. La estereopsis no es más que la percepción de profundidad obtenida por las diferencias en las imágenes de ambas retinas (disparidad retiniana) (percepción de los volúmenes, distancias y profundidades). Existe un círculo donde todos sus puntos pasan por el punto de fijación y los puntos focales de cada ojo, no generando disparidad horizontal en la proyección de cada uno de estos punos en ambas retinas (círculo de Vieth-Müller). Por las irregularidades ópticas y anatómicas de los ojos, el círculo real que no genera disparidad horizontal es de radio mayor y se llama horóptero. Hay un área cercana a estos círculos, denominada área de Panum, donde los objetos producen disparidad pero sin generar visión doble (diplopía). Fuera de esta área la visión es doble. En el córtex visual hay células encargadas de reconocer estas disparidades horizontales y determinan la base neural de la visión estereoscópica.

El estereograma es una ilusión óptica basada en la capacidad que tienen los ojos de captar imágenes desde distintas perspectivas. Esas perspectivas diferentes son captadas de tal forma por el cerebro, que pareciera ser una imagen tridimensional.

 

VISIÓN DEL COLOR: Aunque hay tres tipos de conos con fotopigmentos sensibles al violeta, verde-amarillo y amarillo (clásicamente azul, verde y rojo) y diferente sensibilidad a la luz, donde los conos azules, ausentes de la foveola, tienen una sensibilidad 10 veces menor que los verdes y rojo, hay dos clases de neuronas ganglionares de la retina que reciben la información de los tres tipos de conos, las que procesan el color rojo-verde y las azul-amarillo. Éstas se denominan células con antagonismo de color, pues por ejemplo el color rojo en el centro de su campo receptivo se anula por exposición de su periferia al verde (igualmente con el azul, amarillo). Patrón que se repite en el cuerpo geniculado lateral. Por tanto, la corteza visual percibe el color en función del patrón de potenciales que llegan de estos dos tipos de células ganglionares.

 

DESARROLLO Y MADUREZ DEL SISTEMA VISUAL:
Hasta los siete años el sistema visual neural es muy plástico y con una alta capacidad de aprendizaje, capacidad (aunque menor) que no pierde durante el resto de la vida). El ojo del niño pequeño es hipermétrope por su pequeño tamaño aunque compensa este defecto por su acto poder de acomodación. Los errores en esta etapa marcan de por vida el rendimiento visual.

 

 
 
 

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EL SENTIDO DE LA VISTA.RESUMEN
PROF. RAFAEL SERRA SIMAL