OBJETIVOS.
- Conocer los efectos fisiológicos de GH.
- Describir los mecanismos de regulación de la secreción de GH.
- Conocer las acciones de las somatomedinas.
- Conocer las características generales de los síndromes de enanismo, gigantismo y acromegalia.
GUIÓN.
características generales
mecanismo de acción
funciones fisiológicas generales
somatomedina C (IGF1)
acciones sobre el crecimiento
acciones sobre el metabolismo
otras acciones de la GH/IGF1
regulación
alteraciones
Resumen
Bibliografía
CARACTERÍSTICAS GENERALES |
En 1921 se descubrió que los
extractos de adenohipófisis ejercían efecto sobre el crecimiento. En 1946 Li aísla la molécula activa responsable de dicho efecto.
Actualmente y con base en sus
acciones, podríamos atrevernos a hablar del eje hormonal somatotrópico: hipotálamo-hipófisis-hígado/tejidos diana, (GHRELINA-GRH-SOMATOSTATINA-TRH-GH-IGF1).
Se conoce también como somatotropina y como somatropina (HGH) la sintetizada.
En EEUU se ha utilizado la GH-bovina para aumentar la producción de leche en vacas lecheras.
La GH se sintetiza en las células somatotrópicas, abundantes en la región lateral adenohipofisarias (FIGURA) (Friesen et al. 1970 (1b)).
Químicamente es una cadena polipeptídica globular de 191 aa con dos puentes disulfuro en las posiciones 53 y 165,
182 y 189 y un peso molecular de 22.65 KD. Está codificada por dos genes del cromosoma 17 región q22-q24 (1) que dan lugar a la HG-1 y la HG-2. En el plasma, se pueden encontrar
otras isoformas de esta molécula, destacando la 20 K que se encuentra en
un 20%, de función aún no bien conocida.
La GH 22 K puede viajar en plasma unida (en un 40-50%) a
dos proteínas transportadoras (GHBP) cuyo conjunto se conocía anteriormente
como “big GH” y “big-big-GH”. Esta proteína es la fracción extracelular del
receptor para
la GH
que se secreta por el hígado y el riñón de forma paralela a la producción del
receptor. Así si aumenta el número de receptores disminuye
la GH libre en plasma. Hay otra
proteína transportadora responsable en un 5-10% de
la GH unida.
El rango normal en plasma para adultos es
de
0 a 3 ng/mL, durante los picos de secreción pueden llegar a 5-45 ng/mL. Los pulsos son máximos
durante el desarrollo puberal (en intervalos de 3 a 5 horas) y disminuyen a partir de los 20 años, siendo
mínimos tanto en amplitud como en frecuencia a partir de los 55-60 años (“somatopausia") afectando a la masa muscular, grasa y ósea.
El decrecimiento es de un 14% por década a partir de los 20 años. Es
especialmente durante la fase del sueño conocida como REM (Movimiento Rápido de
los Ojos) cuando el cuerpo libera mayor cantidad de la hormona (el 50% en fase 3 y 4), reparando los
tejidos que sufren desgaste durante los movimientos corporales y actividades
mentales. Por esto, vemos más una vez la importancia del descanso y de noches
bien dormidas (Takahashi et al 1968, (2b) Van Cauter et al. 2004 (3b).
Poca actividad interespecífica, solo entre humanos y monos.
Medida .
En niños y adultos
es de
6 a
20 min. Producción diaria de
0,2
a 1 mg (adultos) de tipo
pulsátil. Su metabolización se realiza
principalmente en el hígado.
La GH interactúa con
sus tejidos diana de forma análoga a como lo hacen el resto de las hormonas somatomamotrópicas. Es decir, se une a un receptor de
membrana, que se dimeriza tras la unión a la hormona
y activa al complejo tirosincinasa JAK-2 citoplasmático (familia Janus de cinasas de tirosina citoplasmática). Esta activación supone
fosforilaciones tanto de las porciones citoplasmáticas del receptor como de
otros complejos proteicos citoplasmáticos, como las STAT (moléculas traductoras de señal y activadores de transcripción) que unido
al receptor por su porción citoplasmática y fosforilado se dimeriza y libera del receptor para realizar sus
funciones tanto al nivel citoplasmático como al nivel nuclear, favoreciendo la
transcripción génica. Igualmente se activa el complejo ras-MAPK (proteínas cinasas activadas por mitógenos) encargado de
los procesos de proliferación y biosintéticos de la
célula. Y también canales de calcio.
La GH ejerce su
acción en muchos tejidos y órganos (hueso, cartílago, músculo, hígado, corazón,
pulmones, riñones, intestino, páncreas, suprarrenales, etc.). En general, su papel es promover el crecimiento de
los órganos y tejidos y presenta un papel anabólico . Para ello, también actúa sobre el metabolismo, asegurando
por un lado el aporte adecuado de aa a los tejidos y la síntesis
de proteínas y por el otro, favoreciendo la salida de sustratos
energéticos (AGL) procedentes de la lipólisis en el tejido adiposo y aumento de
la glucemia, para lo cual ejerce diferentes acciones tanto en hígado (favoreciendo
la gluconeogénesis) como en los tejidos que captan glucosa (inhibiéndolos).
También actúa sobre el riñón para movilizar hacia los tejidos en crecimiento el Na+ y el K+.
El efecto sobre el crecimiento en longitud lo realiza mientras
las epífisis óseas no estén cerradas.
Al nivel del sistema nervioso central, además de sus efectos
sobre la sinaptogénesis y neurogénesis,
en el adulto favorece la sensación de bienestar.
Tiene acción lactogénica intrínseca.
La mayoría de estas acciones las realiza junto con otras
hormonas (esteroides sexuales, h. tiroideas, etc.), pero sobre todo a través
unas veces y en conjunción otras, de otra hormona producida principalmente en
el hígado, aunque también en otros tejidos (cartílagos, músculo, etc.), por
acción estimuladora de la propia GH y que se denomina IGF-1 (factor de crecimiento similar a la insulina) o somatomedina C. La de los tejidos tiene acción autocrina y paracrina.
GH-IGFI
- ACCIONES SOBRE EL CRECIMIENTO (figura) |
La GH por sí sola no
tiene efecto sobre el crecimiento del organismo, para ello necesita la conjunción temporal de otras hormonas como los esteroides sexuales, insulina, hormonas
tiroideas, así como el buen
funcionamiento del hígado y una buena nutrición. Y sobre todo necesita de
la participación de
la IGF-1 sintetizada en los tejidos diana de
la GH. Salvo en el crecimiento intrauterino donde
actúa una IGF-2 independiente de
la
GH.
Para realizar su función en el crecimiento, no solamente
actúan en la transcripción genética necesaria para la proliferación celular,
sino que también actúan sobre el metabolismo y equilibrio hidrosalino,
para favorecer dicho crecimiento.
La acción de
la
IGF-1 sobre el esqueleto requiere GH además de la
participación de los andrógenos y las hormonas tiroideas, estimulando el
conjunto de todas ellas la condrogénesis, sulfatación
de la condroitina, proliferación celular ósea e
incremento de la actividad metabólica. Actualmente hay datos que indican que es
la GH quien
estimula en los condrocitos tanto la expresión del
gen codificador de la somatomedina como sus
receptores, siendo la liberación de ésta la que determina la diferenciación y
proliferación posterior de éstos, junto con la circulante. Además,
la
GH de forma directa estimula la formación de precondrocitos y condrocitos. En consecuencia los discos epifisarios cartilaginosos se ensanchan depositándose más
matriz en los extremos de los huesos largos. Mientras no se cierre la epífisis
ósea (es decir, se funden epífisis con diáfisis), el hueso crece en longitud.
El cierre epifisario se acelera con el incremento en
el nivel plasmático de los esteroides sexuales, característico del desarrollo
puberal. El efecto androgénico parece ser independiente al de
la GH, sin embargo la aparición de
estrógenos a valores no muy altos al estimular la secreción de GH, explican el
hecho de que el desarrollo general de las mujeres durante la pubertad sea más
rápido que el de los varones, aunque el de estos últimos sea mayor por el mayor
nivel de andrógenos. Sin embargo, cuando los estrógenos alcanzan
valores altos característicos de la pubertad más avanzada, ejercen el mismo
efecto que los andrógenos en el cierre epifisario.
(En los humanos hay dos periodos de crecimiento acelerado: uno en la lactancia,
en parte continuación del desarrollo fetal; y el otro en la pubertad tardía
como consecuencia de la participación de
la GH, HT y hormonas sexuales).
Las hormonas
tiroideas, además de estar implicadas en el desarrollo óseo
favoreciendo la acción de las somatomedinas y GH, también actúan como hormonas
tróficas adenohipofisarias, en el sentido de que son necesarias para una secreción normal de GH.
Estas hormonas determinan de forma independiente a
la GH, la configuración externa
normal del individuo (proporción corporal, contorno facial, crecimiento dental,
osificación, etc). No hay que olvidar la relación
entre estos dos ejes hormonales, mediada por la somatostatina, la cual
además de inhibir la secreción de GH, también inhibe la secreción de TSH. Tampoco se descarta la
posibilidad de que la prolactina y las gonadotropinas estimulen bien, la
secreción de GH por un efecto directo sobre el hipotálamo o las células somatotrófas, o bien estimulando la síntesis periférica de
somatomedinas dada la similitud estructural que por ejemplo tiene la prolactina
con
la GH.
Los niveles altos de estrógenos circulantes inhiben la
producción hepática de somatomedinas así como los niveles farmacológicos de
cortisol. Por otro lado, el ayuno, la deprivación proteica, la disminución de aporte calórico y la deficiencia en insulina son
factores que inducen una disminución hepática de síntesis de somatomedinas.
GH-IGFI
- ACCIONES SOBRE EL METABOLISMO (figura) |
La GH,
de forma directa, disminuye la captación y utilización de la glucosa por lo que
provoca una hiperglucemia, y estimula la lipólisis en
el tejido adiposo, con el consiguiente incremento de AGL en el plasma. Efectos
potenciados por el cortisol, adrenalina y glucagón, que favorecen el aporte de
glucosa al cerebro.
En el hígado estimula la
síntesis de ARN, de proteínas, la gluconeogénesis y la síntesis de
somatomedinas. En el músculo disminuye la captación de glucosa (efecto antiinsulínico)(realmente más que
la captación lo que afecta es a la fosforilación inicial de la glucosa),
incrementa la captación de aminoácidos y estimula la síntesis de proteínas y
somatomedina I (C). En el tejido adiposo, disminuye la captación de glucosa y
estimula la lipólisis, efecto antiinsulínico. Todos
estos efectos se realizan de forma óptima si está presente en el medio el
cortisol, la adrenalina y el glucagón. En consecuencia su efecto metabólico
general respecto al metabolismo proteico es la elevación del fósforo plasmático y el descenso en las cifras de nitrógeno ureico y de aminoácidos en plasma. En el metabolismo glucídico, es diabetógena por estimular la salida hepática de glucosa y ejercer un efecto antiinsulínico en el músculo y tejido adiposo. Por lo que
respecta al metabolismo graso, su acción es claramente lipolítica y cetógena,
incrementando los niveles de ácidos grasos libres en sangre. Este incremento,
que tarda varias horas en aparecer, da lugar a un aumento en las reservas
energéticas circulantes esencial en condiciones de hipoglucemia, como pueden
ser el ayuno prolongado o el estrés. Y esencial en situación de estrés por
hacer disponible la glucosa en sangre. También disminuye el colesterol circulante.
La IGF-1, también ejerce acciones sobre el metabolismo, pero al parecer sólo en
concentraciones altas (agudas), y por su similitud con la insulina, los efectos
metabólicos son similares a ésta. En
las células musculares estimula la producción de proteínas y otros componentes
celulares, mientras que en los tejidos adiposos potencia el uso de la grasa
como fuente de energía. En otros
tejidos, el IGF-1 inhibe la transferencia de glucosa a través de la membrana
celular por parte de la insulina. Como consecuencia, las células se ven
obligadas a emplear las grasas para obtener energía.
Estas acciones metabólicas están relacionadas con determinadas
situaciones nutricionales y algunas respuestas sistémicas generales. En una dieta normal, la glucosa
y los aminoácidos absorbidos tras la digestión suponen un estímulo para la
liberación de insulina la cual favorece una hipoglucemia que junto con la
presencia de los aa en plasma, estimula la secreción
de hormona del crecimiento. Estas acciones llevan al estímulo del crecimiento,
pues se dispone de
la IGF-1
hepática gracias a la presencia de la insulina.
Cuando se produce una situación de ayuno, la hipoglucemia
generada estimula los centros glucostáticos hipotalámicos y entre otras consecuencias, una de ellas es
el incremento en la secreción de GH, cuyas acciones directas sobre el
metabolismo llevan a un incremento de la glucosa en sangre, necesaria para
aquellos tejidos dependientes de glucosa. Este incremento de GH no lleva
aparejado crecimiento, dado que la falta de insulina (por la falta de
nutrientes dietéticos) disminuye la posibilidad hepática de producir IGF-1.(Nørrelund H. 2005 (4b)).
Ante una dieta rica en proteínas, se produce un estímulo en la
secreción de GH, que favorece la captación de aa y su
transformación en nuevas proteínas. Pero también se favorece el crecimiento, ya
que los altos niveles de aa en sangre favorecen la
liberación de insulina y ésta la liberación de IGF-1.
Las dietas ricas en hidratos de carbono, no favorecen la
liberación de GH, pero si la de insulina, con lo que se produce un flujo de
nutrientes hacia el almacenamiento de energía. Tampoco se favorece el
crecimiento.
Recordar también que un nivel alto de GH mantenido en el
tiempo, puede llevar a una diabetes permanente debido a su efecto antiinsulínico por un lado y por el otro al efecto
estimulador que tiene sobre la secreción pancreática de insulina, que puede
resultar en agotamiento de la misma.
Además de las acciones sobre el crecimiento y el metabolismo,
estas dos hormonas dependientes, actúan en otros puntos del organismo con
objeto de facilitar sus acciones principales. De esta forma
la GH actúa sobre el riñón de
forma independiente a los mineralocorticoides, para disminuir la excreción de Na+ y desviarlo hacia los tejidos en
crecimiento. También estimula la absorción intestinal de calcio, necesario para
el crecimiento óseo. Y se observa un incremento en la excreción de hidroxiprolina, consecuencia del aumento en la síntesis de
colágeno soluble.
Tienen efecto neurógeno y sinaptógeno y su acción neural supone un incremento en la sensación de bienestar.
La GH también tiene un efecto facilitador de
la secreción pancreática de insulina (facilita la acción de los factores insulínico, más que su acción directa sobre dicho
proceso). Acción lógica por cuanto se asegura la participación
de la insulina en la síntesis y liberación hepática de IGF-1.
La GH en el sistema inmune también ejerce un efecto, estimulador del
timo, la proliferación de linfocitos T y producción de anticuerpos, con una
acción mitógena generalizada en las células hematopoyéticas.
Participa en la regulación del desarrollo perinatal. La síntesis del IGF-I se ha observado en varias
especies en el estado embrionario.
La IGF1 protege a muchas células de la apoptosis. Como resultado es posible que células cancerosas
productoras de IGF-I sean resistentes a la apoptosis inducida por quimioterapia.
La IGF1 tiene un papel específico en el
funcionamiento cardiaco pues promueve el crecimiento del músculo cardiaco, aumenta
la contractilidad y el volumen cardiaco.
La GH actúa de forma sinérgica con
la
ACTH en el desarrollo y maduración de las glándulas
suprarrenales y también en el desarrollo de los órganos sexuales.
En definitiva, de sus acciones en el crecimiento y
en el metabolismo se deduce que incrementan la masa magra y disminuyen la grasa
corporal, y aumentan la tasa metabólica y disminuyen el colesterol circulante.
Además de generar crecimiento en longitud y en espesor del esqueleto, así como
de los tejidos y órganos. (figura)
REGULACIÓN DEL EJE SOMATOTRÓPICO (figura) |
El eje somatotrópico (hipotálamo-hipófisis-hígado/tejidos) está
regulado por aquellos factores implicados en los procesos de crecimiento,
incluidos los metabólicos. Naturalmente existe un control importante entre las
diversas estructuras nerviosas y el hipotálamo somatotrópico,
por lo que situaciones de estrés real o psicológico van a influir de forma
importante en la secreción de
la
GH.
La estimulación hipotalámica de la secreción de esta hormona,
viene determinada por la secreción de la hormona hipotalámica liberadora de GH
(GHRH)(GRH) por parte de
neuronas del núcleo arqueado. Y la inhibición hipotalámica de su secreción
viene determinada por neuronas de la región periventricular hipotalámica,
mediante la secreción de la hormona inhibitoria conocida como somatostatina (SS) que inhibe la
liberación de
la GH,
pero no su biosíntesis ni almacenamiento. Las células del núcleo arqueado
implicadas en la regulación de la hormona del crecimiento reciben información
directa del sistema límbico, fundamentalmente del hipocampo a través del fornix y de la amígdala a través de las estrías terminales
y las radiaciones ventrales. También reciben
información del núcleo hipotalámico ventromedial en
el que existen sensores para el nivel de glucemia en sangre. Estas fibras
aferentes al núcleo arqueado y paraventricular son de
tipo noradrenérgicas. También ejerce efecto estimulador la TRH.
Algunas neuronas del núcleo arqueado producen GHrelina que actúa sobre las propias neuronas del arqueado que producen la GHRH e inhibe la secreción de SS.
Tanto en las acciones de
la GHRH como de
la SS
en las células somatotrófas adenohipofisarias, los mecanismos intracelulares
implicados son el AMPc y el calcio iónico libre
intracelular.
CICLOS SECRETORIOS (figura):
La GH
(o STH)
presenta un ciclo nictameral con un pico de secreción
durante el sueño lento (vías serotoninérgicas y adrenérgicas)(Bivens et al., 1973 (5b), Müller et al., 1967 (6b)). Sobre
este ritmo se observa una secreción pulsátil con pulsos cada 2/3 horas. Y
pulsos secretorios causados por el ejercicio o la ingestión de proteínas.También al final del primer sueño profundo. No obstante, en la mujer existen
mayores variaciones de estos niveles durante el nictámero (ciclo de 24 horas), presentando un valor menor de 3ng/ml antes de levantarse, para pasar a un valor de 10-20ng/ml durante el día y alcanzar un valor de 30-40 ng/ml tras
el primer sueño profundo. Estos valores se mantienen muy estables durante toda
la vida, excepto en la pubertad donde se observan picos de secreción asociados
con el ejercicio muscular, y en el recién nacido, donde los valores de GH son
muy elevados.
CONTROL POR
RETROALIMENTACIÓN NEGATIVA:
La misma GH ejerce un retrocontrol inhibitorio a
nivel hipotalámico, estimulando la liberación de somatostatina.
Acción que también realiza
la
IGF-1.
CONTROL POR
NUTRIENTES: hay estímulos de tipo metabólico como los cambios
en la glucemia, que mediada por glucosensores hipotalámicos ventromediales,
aumentan (frente a hipoglucemia) o disminuyen (frente a la hiperglucemia)
la secreción de
la
GH. Indirectamente la insulina ejerce un efecto estimulador
de la secreción de GH cuando determina una disminución del nivel de glucosa
plasmática por debajo de los 50 mg/100ml.
La infusión (venoclisis) de
aminoácidos también es un factor estimulante, siendo la arginina el más potente (Alba-Roth et al., 1998 (7b)). Un factor inhibitorio es el incremento de AGL en plasma. Como
consecuencia de estos efectos metabólicos, a veces, aparecen episodios
secretorios de GH después de las comidas.
El ejercicio
muscular que por medio de una señal metabólica no conocida
determina la secreción de GHRH (Kanaley et al., 1997 (8b)). Por otro lado, el ayuno prolongado lleva a un
incremento de la secreción de GH (Nørrelund H. 2005 (4b)).
INTERACCIÓN HORMONAL:
Las hormonas tiroideas circulantes ejercen un efecto estimulador sobre las
células somatotrófas, participando en el mantenimiento
de la tasa normal de secreción de esta hormona. La deficiencia en hormonas
tiroideas no afecta a los valores basales de GH, pero
si afecta, de forma negativa, a la respuesta secretoria de esta hormona frente
a estímulos como la hipoglucemia y los aa circulantes. También ejercen una acción facilitadora sobre la acción estimuladora del cortisol a concentraciones fisiológicas.
El efecto de los glucocorticoides es
dual, los valores fisiológicos determinan estímulo de la secreción de GH,
mientras que niveles altos crónicos conllevan disminución de la secreción de
GH (Allen 1996 (9b)). Su acción afecta al nº de receptores para
la GHRH y potencia el efecto de
las hormonas tiroideas y de los estrógenos.
La GHrelina es una hormona que procede fundamentalmente del estómago (fundus) y se considera un importante secretagogo hipofisario de la GH. Sus niveles plasmáticos aumentan antes de la comida y disminuyen después de las mismas (Wren et al., 2000 (10b) ). También se produce por neuronas del núcleo arqueado que regulan la secreción de la GH (Mondal y col, 2005(14b)) y en este núcleo también se encuentran receptores para dicha hormona igual que en el hipotálamo lateral.
Al nivel hipotalámico también actúan como factores
estimuladores de la secreción de GHRH hormonas como la vasopresina (ADH) de la neurohipófisis.
Los estrógenos, a niveles basales,
incrementan la sensibilidad de los receptores para
la GHRH, mientras que a niveles
altos determina una disminución de la secreción. Por otra parte, los andrógenos
facilitan la síntesis y secreción de GH por lo que en la pubertad, donde
aparecen los valores más altos de estos esteroides, determinan un incremento de
la GH circulante.
En hembras donde la tasa de estrógenos es mayor que en hombres y donde en la
pubertad aparece un incremento de andrógenos de origen suprarrenal, se produce
un crecimiento más rápido. No obstante en hombres aunque el crecimiento puberal
es más lento, también es más duradero por el efecto androgénico sobre
la GH y el propio efecto anabólico
de este esteroide. La presencia de estos esteroides sexuales determinan una mayor sensibilización al estímulo de los aa circulantes para la secreción de GH, y al estímulo de la insulina en la
producción hepática de IGF-I. También es cierto que este efecto estimulador del
crecimiento de los esteroides sexuales tienen una contrapartida en su acción
estimuladora del cierre epifisario, por lo que frenan
definitivamente el crecimiento lineal. En situaciones donde hay tasas
disminuidas de estos esteroides (castración, hipogonadismo, etc)
el crecimiento lineal es mayor por el retraso que sufre el cierre epifisario. En los casos contrarios, es decir
hipersecreción esteroide, precocidad sexual, etc., se produce una tendencia al
enanismo (Meinhardt & Ho 2006 (11b)).
La insulina parece tener un efecto estimulador sobre la
síntesis y secreción de GH. Además su acción hipoglucemiante es un estímulo importante directo sobre el control hipotalámico de la síntesis
y secreción de GH.
OTROS REGULADORES:
El estrés agudo tiene un importante efecto estimulador de la secreción de
la GH. El crónico tiene un
efecto inhibitorio, ya que niños maltratados o sometidos a una deprivación afectiva intensa y prolongada acaba en un
enanismo psicosocial. En este tipo de respuesta
también interviene, al parecer, los altos niveles de cortisol, que son
inhibidores de la secreción de GH.
La ACTH parece estimular a las células somatotrofas.
Otros péptidos hipotalámicos favorecen la secreción de GH
como la galanina o la inhiben como el neuropéptido Y, beta-endorfina,
IL1, CRH, etc.
Aunque no se conocen los mecanismos, si durante el crecimiento
normal de un niño se produce un paro de éste por enfermedad o periodo de
inanición, una vez que cesen estos impedimentos, se produce un crecimiento de
recuperación, donde se crece a mayor velocidad hasta que se alcanza la curva de
crecimiento normal para esa edad.
También se conocen los efectos de algunos iones sobre la secreción de GH e incluso del par GH/IGF1. Así tenemos el papel de los niveles de calcio plasmático y la secreción de GH donde se observa una relación directa determinada por el papel del calcio sobre la acción de los secretagogos de GH ( Perez et al., 1989 (13b)). También el papel del zinc y la liberación de GH y IGF1, donde la disminución de zinc genera una disminución de estas hormonas (Ruth, 2000 (12b)).
EFECTO
DE LOS NEUROTRANSMISORES: Las catecolaminas, las
anfetaminas que liberan aminas, los hipotensores que estimulan los receptores alfa-adrenérgicos o inhiben los
receptores beta y la dopamina, estimulan la secreción de GHRH y por tanto de
hormona del crecimiento (las neuronas liberadoras de GHRH reciben información
de las células dopaminérgicas).
La serotonina y la ß-endorfina actúan sobre las neuronas del núcleo paraventricular estimulando la liberación de TRH que
estimula la secreción de HG.
La acetilcolina y el GABA estimulan la liberación de GH por la
inhibición que realizan en el núcleo paraventricular de las neuronas secretoras de SS.
La deficiencia de GH en los niños puede ser causada por:
- una disfunción hipotalámica,
- tumores pituitarios,
- molécula de GH sin actividad biológica,
- deficiencia en la producción de somatomedinas (mal
nutrición, o deficiencia congénita)(síndrome de Laron: talla corta, rasgos "infantiles", pero el esqueleto mantiene las proporciones corporales normales), por deficiencia génetica en la respuesta de los receptores a la GH.
- deficiencia en la sensibilidad de sus receptores (pigmeos africanos (132-146 cm))(también en Papúa-Nueva Guinea población de la montaña de OK y en Filipinas).
- otros defectos en las interacciones hormonales con
la GH.
La consecuencia final es una tendencia al enanismo (no
tiroideo) y retardo en la maduración ósea, obesidad ligera y pubertad demorada
(figura). Estos efectos pueden revertirse si se descubre a tiempo la carencia
de GH, mediante su administración lo cual permite un incremento en el
crecimiento de
1 a
2 cm/año a 7-12 cm/año. Los
efectos de
la GH
son intraespecíficos.
La alteración en otros ejes hormonales también pueden afectar a la acción de
la GH sobre el crecimiento, así el
hipotiroidismo además de inhibir el crecimiento, produce una anómala distribución
de la grasa corporal que da lugar al cretinismo. La precocidad en el
desarrollo sexual, también produce una tendencia al enanismo.
En adultos, la carencia de hormona del crecimiento no presenta
síntomas fisonómicos visibles, y sólo puede ponerse de manifiesto por análisis
sanguíneo de sus niveles.
El exceso en la secreción de GH, generalmente producido por
tumores pituitarios, produce un único síndrome,
la ACROMEGALIA . Si este fenómeno ocurre antes de la pubertad se produce un crecimiento excesivo
de los huesos, dando lugar al GIGANTISMO.
En adultos, una vez pasado el periodo de la pubertad, se produce un crecimiento
óseo de las partes acrales (de ahí el nombre del
síndrome), dando lugar a manos y pies grandes; protusión mandibular (prognatismo), y de los huesos malares, frontal y basales que en su conjunto dan lugar a la característica faciales acromegálicas, todo ello acompañado de un aumento de
los tejidos blandos, con nariz bulbosa, lengua ensanchada y piel gruesa. Los
órganos están en general agrandados, por lo que aumentan en su función, que
junto con la aterosclerosis que también se produce, acelera el acortamiento de
la vida de estos individuos.
Las mediciones de los niveles de
hormona del crecimiento generalmente se combinan con otras pruebas de
laboratorio, como los niveles de IGF-1 o las pruebas de provocación, como las
pruebas de estimulación de GHRH. Debido a la variación considerable en los
niveles de la hormona del crecimiento en el curso de un día, el examen se
repite a menudo varias veces para obtener un mejor cuadro de los niveles promedio.
Existe una extensa literatura sobre las acciones terapéuticas de la GH/IGF1 o sus secretagogos sobre el crecimiento, crecimiento muscular (deporte) e incluso sobre el retraso de la vejez. Ver por curiosidad esta página que se titula "El factor matusalén" .
(1) Genes estrechamente relacionados con los genes que originan la hormona somatotrófica gonocoriónica (lactógeno placental)(hPL).
BIBLIOGRAFÍA
(7b) Alba-Roth J, Müller OA, Schopohl J, von Werder K (December 1988). "Arginine stimulates growth hormone secretion by suppressing endogenous somatostatin secretion". J. Clin. Endocrinol. Metab. 67 (6): 1186–9.[Abstract]
(9b) Allen DB (September 1996). "Growth suppression by glucocorticoid therapy". Endocrinol. Metab. Clin. North Am. 25 (3): 699–717. [Abstract]
(5b) Bivens, C. H., H. E. Lebovitz, and J. M. Feldman.
1973. Inhibition of hypoglycemia-induced growth hormone
secretion by the serotonin antagonists cypropheptadine
and methysergide. N. Engl. J. Med. 289:
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(1b) Friesen H, Guyda H, Harcly J. Biosintesis of human growth hormone and prolactin. J Clin Endocrino 1 Metab.1970;31:611-624.
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(11b) Meinhardt UJ, Ho KK (October 2006). "Modulation of growth hormone action by sex steroids". Clin. Endocrinol. (Oxf) 65 (4): 413–22.
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Enciclonet (Universidad de Sevilla)
Clinica Universitaria de Navarra: Déficit de hormona de crecimiento
SOMATOMEDINA-C
NOTICIAS SOBRE LA HORMONA DEL CRECIMIENTO
Choh Hao Li (1913 - 1987)
Somatostatina
Human Growth Hormone - Somatropin
Growth Hormone Deficiency
IGF1
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Ghrelina.
OTRAS CONTRIBUCIONES:
Salud y Medicinas -Hormona del crecimiento, ¿fuente de juventud?
Somatotropina: La Hormona del crecimiento y su uso en el Doping
La Hormona de Crecimiento (homeopatía)
Crecimiento
GH y rejuvenecimiento
Hormona del crecimiento y deporte
PATOLOGÍAS:
Síndrome de Prader-Willi (SPW)
Los siete enanos.
Alteraciones en la proteína transportadora de GH.
Resistencia a la GH
ACROMEGALIA
-
Wikipedia
-
Acromegalia.com
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Acromegalia en Entorno Médico
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