|
OBJETIVOS.
- Conocer y comprender los métodos de análisis y las pruebas funcionales para el estudio de la función del páncreas endocrino.
GUIÓN
Características generales
hormonas pancreáticas
insulina
glucagón
somatostatina
polipéptido pancreático
El páncreas es un órgano anejo al sistema gastrointestinal que cumple
una función secretora en dos
vertientes, una exocrina
directamente relacionada con la fisiología digestiva (enzimas digestivas) y otra endocrina, con secreción de hormonas
implicadas en el control del metabolismo intermediario[1].
Por esta razón y aunque sus células proceden todas de la cresta neural primitiva, el páncreas se divide funcionalmente en
páncreas exocrino y páncreas endocrino. El origen común de sus células les da
características funcionales comunes, y así, todas ellas están implicadas en la
secreción específica de productos peptídicos, hormonales y no hormonales. En
condiciones anormales pierden dicha especificidad secretando indistintamente
todos ellos.
El páncreas procede de la
fusión de dos esbozos derivados del intestino primitivo, el dorsal y el
ventral. El ventral da lugar a la cabeza de la glándula, irrigada por la
arteria mesentérica superior y su secreción exocrina es recogida por el
conducto pancreático principal distal. El dorsal da lugar a la cola, cuerpo y
resto de la cabeza glandular, estas regiones son irrigadas por el tronco
celiaco y la secreción exocrina es recogida por el conducto pancreático
proximal.
Las células endocrinas se reúnen en islotes rodeados por una membrana
basal. Estos islotes, denominados de Langerhans tienen
un diámetro de
76 a
175 µm y representan el 2% de la masa glandular. En
el hombre adulto existen alrededor de 900.000 islotes (cada uno con unas tres
mil células endocrinas), diseminados por todo el páncreas, aunque son más
numerosos en la cola del órgano. En cada islote (de forma ovoide) pueden
identificarse inmunohistoquímicamente y
estructuralmente al microscopio electrónico, cuatro tipos celulares: las células
ß o células B , secretoras de insulina (también secretan GABA y amilina)[2],
que se sitúan en el centro del islote y representan el 60% del total; las células
a o células A , secretoras de glucagón que suponen el 25% que se sitúan
en la periferia (corteza); las células d o células D productoras de somatostatina que representan el 10%, y por
último las células F productoras de polipéptido
pancreático que
suponen el 5%. Estas dos últimas se disponen entre las A y las B. Todas ellas
se disponen rodeando a las células B. No obstante el porcentaje celular varía
según la región, de forma que en la región dorsal del cuerpo, cola y parte
superior de la cabeza glandular los islotes son más ricos en células A y pobres
en células F, mientras que en la región ventral de los 2/3 inferiores de la
cabeza glandular, los islotes son más ricos en células F y más pobres en
células A. Las células de estos islotes se renuevan constantemente mediante
procesos de neogénesis y apoptosis,
a partir de células totipotenciales ubicadas en los
conductos pancreáticos y factores de crecimiento como el GLP-1 (péptido glucanoide tipo 1).
Estos islotes están en
estrecha relación con los vasos sanguíneos, los cuales presentan un endotelio
fenestrado que favorece el paso del contenido hormonal. Esta irrigación es bastante copiosa y el drenaje
se vierte en la vena porta. Así mismo, llegan fibras nerviosas simpáticas
procedentes del nervio esplácnico (C2 y C3; T5-L1) y
relevan en el ganglio celíaco utilizando como neurotransmisor
la NA
, el ATP, neuropéptido Y y galanina estimulando a
las alfa e inhibiendo a las beta; y parasimpáticas procedentes del vago
(neuronas del núcleo dorsal y ambiguo) que hacen relevo en ganglios dentro del
páncreas utilizando neurotransmisores como la acetilcolina unas fibras y otras
el VIP, estimulando la secreción de insulina sobre todo durante la fase
cefálica de la digestión y también de glucagón.
Una característica de estas células
glandulares es la presencia de uniones estrechas ("gap junctions"), que permiten la creación de
compartimentos aislados del fluido intersticial, favoreciéndose la acción
paracrina de las distintas hormonas con las consiguientes consecuencias
reguladoras in situ.
|
|