Circulación renal: De la arteria renal se generan sucesivas subdivisiones: arterias segmentarias, interlobulares, arciformes, radiales corticales (interlobulillares) de las que nacen las arteriolas aferentes de cada uno de los glomérulos, arteriolas eferentes, segundo plexo capilar peritubular y posterior sistema venoso. En las nefronas yuxtamedulares, del segundo plexo capilar nacen los vasos rectos que cursan paralelamente a las asas largas.

 FUNCIÓN DEPURADORA DEL RIÑÓN:
Los riñones actúan como depuradores plasmáticos, filtrando unos 180 L de plasma al día de los que se excretan en forma de orina tan sólo entre 1,2 a 1,5 L/día. El filtrado se convierte en la carga tubular con la que trabajarán las células epiteliales de las diferentes regiones tubulares, mediante procesos de REABSORCIÓN Y SECRECIÓN, siendo su principal motor las bombas de Na+/K+ basolaterales y la participación de hormonas reguladoras de la permeabilidad al sodio, potasio, calcio, hidrogenión, fósforo, agua y urea.

La DEPURACIÓN RENAL o aclaramiento, se mide como el volumen de plasma en la unidad de tiempo necesario para retirar totalmente de él un soluto. Ds = Vo·[S]o / [S]p. Si se retira totalmente, su coeficiente de extracción (Es=([S]a-[S]v)/[S]a) será 1.

 FLUJO PLASMÁTICO RENAL:
Para estudiar la función depuradora renal es necesario conocer previamente el flujo plasmático renal. Para ello se utiliza una sustancia indicadora cuya extracción sea 1. No existen, pero el PAH (ácido paraminohipúrico) se aproxima (0,9). La Dpah es de 630 ml/min., éste será el valor del flujo plasmático renal efectivo(FPRe), pero dado que no se extrae totalmente el FPRreal será 630 ml/min /0,9 = 700 ml/min. Para calcular el flujo sanguíneo renal, hay que tener encuenta el volumen corpuscular: 700 ml/min x 1/1-Htc = 1273 ml sangre/min (25% del GC). Para una masa renal de 300 g, el flujo sanguíneo será de 3,5 a 4 ml/min. Este alto flujo no se debe a la necesidad de oxígeno renal sino al flujo necesario para mantener una filtración adecuada. Este flujo es así en la corteza, pero en la médula se reduce a 0,7 - 1 ml/min (medula externa) y 0,2 a 0,25 ml/min (médula interna).

Ya que la filtración depende de la presión arterial, ésta está sujeta a un sistema de autorregulación intrínseca entre 80 y 180 mmHg. Dicha presión cae en un 50% en la arteriola aferente, y a 15 mmHg en la eferente. Además de la autorregulación, interviene la regulación extrínseca mediante el simpático (cuyo estímulo incrementa el tono y disminuye el FSR) y el control hormonal y humoral. En el riñón es muy acusada la hiperemia reactiva.