El eje endocrino (figura) que regula
las hormonas sexuales masculinas comienza en el hipotálamo con la secreción hipotalámica de Kisspeptina, hormona
que participa de forma importante en el inicio de la pubertad, que a su vez
regula la secreción de
la GnRH
o LHRH y el GAP (péptido asociado a
la GnRH
)(es un fragmento de ésta (1-13)), encargados de regular la
secreción de las gonadotropinas adenohipofisarias LH
y FSH, las cuales regulan a su vez la secreción de los andrógenos de origen
testicular. Además, hay que tener en cuenta la prolactina que también participa
en la regulación de la secreción de testosterona y su acción periférica, la hormona del crecimiento y la insulina.
Regulación que a partir de
la pubertad muestra un cambio en el patrón de secreción de
la GnRH
y LH haciéndose pulsátil, lo que determina la maduración y entrada en función
de las gónadas masculinas.
No todas las hormonas
sexuales en el hombre son de origen testicular, sino que una parte procede de
la capa reticular de las suprarrenales (andrógenos suprarrenales) y del tejido adiposo.
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